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Un perro al que le están colocando una venda

 


En perros y gatos, el dolor y la inflamación cuentan entre los trastornos más observados por los veterinarios. Ya sea por un traumatismo, una enfermedad crónica, una infección o simplemente por la edad, reducen la movilidad y afectan a su calidad de vida.

Aunque la medicina propone soluciones reconocidas, existe un interés creciente por el cannabidiol (CBD) como posible apoyo natural para el confort articular y muscular, como complemento y bajo supervisión profesional. Pero, ¿qué ocurre realmente?


El dolor y la inflamación son dos mecanismos de defensa estrechamente relacionados. La inflamación es ante todo una reacción de defensa necesaria del organismo frente a una agresión. Esa agresión puede ser un acontecimiento agudo como una herida (corte, fractura) o un proceso más lento y progresivo como el desgaste de los tejidos (envejecimiento de los huesos).

Cuando los tejidos están dañados, el cuerpo envía mensajeros químicos llamados mediadores. Estos mediadores sirven para proteger la zona frente a la propagación del problema y para atraer las células necesarias para limpiar y reparar. Al actuar directamente sobre las terminaciones nerviosas de alrededor, provocan molestias.

El dolor actúa entonces como una señal de alarma y empuja al animal a inmovilizar la zona afectada para evitar agravar la lesión durante el proceso de curación. Si la inflamación persiste, el dolor también se vuelve crónico, ya que las sustancias químicas siguen sensibilizando los nervios.

Entre las afecciones en las que el dolor o la inflamación son síntomas importantes, encontramos:

  • Artrosis y otras artropatías degenerativas.
  • Enfermedades inflamatorias crónicas del intestino (MICI) en el gato y el perro.
  • Problemas dermatológicos crónicos, como las dermatitis alérgicas o las dermatitis por alergia a las picaduras de pulgas.
  • Dolores postoperatorios o postraumáticos.
  • Algunas afecciones neurológicas que provocan dolores crónicos o espasmos, en particular epilepsia, discopatías (hernia discal) que causan dolor neuropático, así como ciertos casos de síndromes vestibulares crónicos.

Puedes consultar las recomendaciones de referencia sobre este tema, así como la distinción entre dolor agudo y crónico, en la guía de la Asociación Mundial de Veterinarios de Animales de Compañía sobre la evaluación y el tratamiento del dolor en mascotas.

Como las mascotas no pueden contarnos lo que les duele, intentemos identificar los signos para reaccionar cuanto antes.

La siguiente tabla resume los principales tipos de dolor y su relación con la inflamación en el animal.

Tipo de dolor Duración Causa principal Características
Agudo Pasajero Traumatismo, cirugía Desaparece con la curación de la lesión.
Crónico Persistente Artrosis, envejecimiento, mala alimentación (p. ej.: plantas tóxicas) Influye en el comportamiento, la postura y el sueño.
Inflamatorio Variable Respuesta inmunitaria excesiva, infecciones urinarias Liberación de sustancias (citocinas) que provocan calor, hinchazón y rigidez.

En el perro, la artrosis es la primera causa de dolor ligada al envejecimiento. Suele manifestarse por rigidez matutina, cojera, reticencia a subir escaleras y, a veces, un cambio de comportamiento debido al dolor crónico.

En el gato, la inflamación y el dolor crónico suelen ser más discretos. Los más frecuentes son las patologías vertebrales, las enfermedades articulares degenerativas y las inflamaciones a nivel digestivo, especialmente en individuos mayores o con sobrepeso.

Signos de dolor En el perro En el gato
Movilidad Menos activo, evita las escaleras, dificultad para levantarse. Salta menos alto, se aísla, se queda tumbado.
Comportamiento Gemidos, lamido excesivo de una zona, agresividad inusual. Más discreto, cambio de humor, deja de acicalarse o, al contrario, se lame en exceso.

Un gato que sufre tiende a disimular su dolor retirándose a un lugar aislado y acogedor.
Un gato que se esconde en su cesta

Atención, los gatos son conocidos por ser muy buenos ocultando los signos de dolor o enfermedad. Es un rasgo evolutivo que les ayuda a no ser percibidos como presas fáciles en la naturaleza. Tienden más bien a esconderse, así que estate muy atento a los cambios sutiles en su comportamiento.


La inflamación es un mecanismo natural que se produce cuando el cuerpo es atacado por un agente químico, tóxico, microbiano, vírico o por un traumatismo (torcedura, fractura). Es principalmente local y se caracteriza por enrojecimiento, dolor, calor o hinchazón. Pero también puede ser interna e invisible. Un antiinflamatorio se administra para combatir los agentes que causan la inflamación y reducir sus síntomas.

Las enfermedades inflamatorias en el perro y el gato pueden aparecer a cualquier edad y adoptar formas tan variadas como problemas digestivos, dolores abdominales o calambres. Una mala alimentación, el exceso de sol, la contaminación y el estrés pueden aumentar la reacción inflamatoria, pero no se trata de algo transmisible de una mascota a otro.

Las inflamaciones se clasifican generalmente en dos tipos:

  • Inflamación aguda: aparece rápidamente y dura poco tiempo.
  • Inflamación crónica: se desarrolla cuando la inflamación aguda no se resuelve por sí sola. Persiste en el tiempo porque el agente patógeno no puede eliminarse, porque el cuerpo extraño sigue presente o porque se ha desarrollado un problema de autoinmunidad.

Los síntomas más frecuentes de inflamación en el animal son:

  • Fiebre: la temperatura rectal de un perro y un gato está entre 38 y 39 °C. Por encima, se considera fiebre.
  • Dolor: signo de debilidad, el dolor suele ser bien ocultado por los animales salvajes para no llamar la atención de los depredadores. Las mascotas han conservado este reflejo de supervivencia y a veces es difícil detectar un dolor antes de que se vuelva importante.
  • Enrojecimiento: más visible en miembros con poco pelo o en mascotas de pelo claro.
  • Hinchazón: fácilmente identificable, también provoca dolor al tacto.
  • Sensación de calor: la zona infectada o lesionada está más caliente que el resto del cuerpo.

Todo esto suele traducirse en un cambio de comportamiento del animal, que puede cojear, volverse agresivo o miedoso, e incluso negarse a alimentarse o a moverse.

Para tratar el dolor y la inflamación en el animal, los profesionales de la salud suelen combinar varios enfoques. Estas diferentes estrategias actúan en sinergia para optimizar el confort y la recuperación del animal.

A continuación, un breve listado de estos distintos métodos, a menudo complementarios:

  • El enfoque farmacológico, con antiinflamatorios y opioides.
  • Los cuidados físicos, con fisioterapia, láser o acupuntura.
  • Los tratamientos reparadores, como las inyecciones de plasma rico en plaquetas o de células madre.
  • Los suplementos nutricionales, como los omega-3 y ciertos productos a base de cannabidiol para mascotas.

El objetivo de estas combinaciones es garantizar al animal un máximo alivio y una mejor calidad de vida. Al abordar a la vez varios aspectos (alivio directo, apoyo articular, gestión de la inflamación), permiten proponer una solución verdaderamente holística.

Los veterinarios tratan el dolor con antiinflamatorios, analgésicos o recurriendo a la fisioterapia.

Aunque estos tratamientos son eficaces, su uso a largo plazo puede provocar efectos secundarios, especialmente a nivel digestivo, hepático o renal del animal. De ahí el interés, junto con el veterinario, por plantearse complementos naturales capaces de acompañar la recuperación limitando al mismo tiempo estas molestias.

Tratamientos clásicos Eficacia Posibles efectos secundarios (uso prolongado)
Antiinflamatorios no esteroideos Bloquean las enzimas de la inflamación, reduciendo el dolor. Alteración de la flora intestinal, sobrecarga de los órganos filtrantes (riñón, hígado).
Analgésicos Alivio de la sensación de dolor. Pueden ser pesados según las moléculas utilizadas.

Ante las limitaciones de los tratamientos prolongados, algunos propietarios buscan soluciones naturales como complemento del protocolo médico: alimentación rica en omega-3, complementos alimenticios (glucosamina, condroitina) o, cada vez más, la exploración del papel potencial del CBD para mejorar el confort y el bienestar general de su compañero.

El CBD en sus diferentes formas (aceite de CBD, chuches con CBD, etc.) es un posible modulador del sistema endocannabinoide (SEC) que regula funciones clave como la percepción del dolor y la respuesta inflamatoria.

La ventaja de estos productos es que ayudan al animal en su día a día, no son sedantes, suelen ser bien aceptados y fáciles de administrar. Por tanto, con el visto bueno del veterinario, pueden mejorar el confort y la facilidad de movimiento, apoyando así el protocolo medicamentoso ya establecido.


La acción potencial del CBD (cannabidiol) para mascotas sobre el dolor y la inflamación se basa principalmente en su interacción con el sistema endocannabinoide (SEC), un regulador interno presente en todos los mamíferos.

El CBD es un compuesto natural, extraído del cáñamo y desprovisto de efecto psicotrópico, que modula las vías del dolor y de la respuesta inflamatoria.

El SEC regula numerosas funciones, entre ellas la percepción del dolor, la inflamación y el equilibrio general del organismo. Está compuesto por receptores (CB1 y CB2).

El CBD no activa directamente estos receptores, pero influiría en su actividad, favoreciendo una mejor regulación de las señales de dolor y de las respuestas inmunitarias.

Algunos estudios sugieren que el CBD podría reducir determinadas sustancias proinflamatorias y limitar el estrés oxidativo, dos factores clave de la inflamación crónica.

Estos mecanismos se estudian en diversos trabajos que exploran el impacto del cannabidiol sobre el estrés oxidativo y el sistema inmunitario. Por ejemplo, el estudio titulado Cannabidiol as an Emergent Therapeutic Strategy for Lessening the Impact of Inflammation on Oxidative Stress puso de manifiesto un efecto antiinflamatorio ligado a la inhibición del estrés oxidativo. Un efecto también comentado en la publicación Effet anti-inflammatoire du cannabidiol, un composé non psychoactif du cannabis del Institut du Cerveau.

En lo que respecta al dolor, un estudio clínico publicado en 2018 en Frontiers in Veterinary Science mostró, en perros que sufrían artrosis, una disminución significativa del dolor y una mejora de la actividad tras la administración de CBD, sin efectos secundarios graves.

Estos datos apoyan la idea de que el CBD puede modular las señales de dolor en los animales de compañía.

Las investigaciones actuales indican que el CBD suele tolerarse bien en el perro. Sin embargo, la respuesta puede variar según el animal, la dosis y la calidad del producto.

En el gato, los datos son más limitados y el manejo de su dolor requiere una mayor prudencia.

Opinión de los veterinarios sobre el uso del CBD

El consenso actual es que el CBD no es un medicamento, pero representa una vía natural prometedora para acompañar el confort y la movilidad: varios estudios veterinarios citados muestran que el CBD puede reducir el dolor crónico, especialmente en casos de artrosis en perros. Aun así, su uso debe estar supervisado y personalizado por un veterinario.

Para profundizar en la comprensión de la acción del CBD sobre el dolor y la inflamación en el animal, puedes consultar los siguientes estudios:

  • el CBD como estrategia terapéutica emergente para reducir el impacto de la inflamación sobre el estrés oxidativo;
  • y, en lo referente específicamente a la artrosis canina, una publicación de Frontiers in Veterinary Science demostró una disminución significativa del dolor y un aumento de la actividad tras la administración de cannabidiol.

El uso del CBD en la gestión del dolor y la inflamación en el animal de compañía debe inscribirse necesariamente en una estrategia global y no debe considerarse nunca como un tratamiento único ni un sustituto.

El CBD para mascotas debe contemplarse como un complemento a los protocolos terapéuticos, siempre con seguimiento veterinario.

La razón principal de este enfoque integrador es que el CBD interacciona con el sistema endocannabinoide del animal, implicado a su vez en numerosas funciones fisiológicas, entre ellas el metabolismo de muchos medicamentos.

No integres nunca el CBD en el protocolo terapéutico de tu animal sin el visto bueno de tu veterinario. No olvides que el veterinario es el único profesional cualificado para:

  1. Supervisar las asociaciones medicamentosas: el CBD puede influir potencialmente en el metabolismo hepático, lo que significa que puede aumentar o disminuir la eficacia o la toxicidad de los medicamentos convencionales ya prescritos. Una asociación no controlada podría conllevar tanto una falta de eficacia del tratamiento como una sobredosis tóxica.
  2. Adaptar el seguimiento clínico: puede evaluar de manera objetiva los beneficios reales del CBD (mejora de la movilidad, reducción de las puntuaciones de dolor) en comparación con los tratamientos estándar. Así podrá ajustar las dosis, tanto del CBD como de los demás medicamentos, en función de la respuesta clínica y de la ausencia de efectos secundarios.
  3. Diagnosticar y descartar causas graves: antes de proponer un complemento como el CBD, el veterinario debe asegurarse de que no exista una patología subyacente más grave que requiera una intervención inmediata.

El bienestar y el confort de tu animal, sobre todo si sufre, no pueden depender únicamente de un solo elemento. Hace falta un enfoque completo que reúna:

  • El protocolo médico: es el tratamiento de base prescrito por el veterinario.
  • El control del peso: el exceso de peso sobrecarga las articulaciones ya doloridas. Vigila el peso de tu animal.
  • La actividad física suave y adaptada: moverse un poco, sin forzar, mantiene los músculos de tu animal flexibles y sus articulaciones funcionales.
  • La nutrición de apoyo: una buena alimentación, rica en nutrientes importantes como los omega-3 (por su efecto antiinflamatorio), antioxidantes o glucosamina (para el cartílago), ayuda a mantener su salud.

El CBD se suma a estos pilares. No sustituye a ninguno de ellos, sino que actúa como refuerzo para:

  • La movilidad y la flexibilidad: ayudando, por ejemplo, a gestionar la sensación de dolor y haciendo que los movimientos del animal sean más fáciles.
  • El bienestar general: aportando un efecto calmante que permite al animal estar más relajado y más dispuesto a colaborar con los ejercicios suaves o a descansar mejor por la noche.

En resumen, si optimizas la alimentación, el peso y el ejercicio, añadir CBD puede amplificar potencialmente estos efectos positivos, actuando sobre las señales de dolor y malestar que limitan el éxito de las demás medidas.

El metabolismo y la sensibilidad al CBD son diferentes según la especie. La tabla siguiente detalla las consideraciones específicas relacionadas con las diferencias de metabolismo y de sensibilidad entre el perro y el gato:

Especie Metabolismo y observaciones Precauciones
Perro Suele ser más receptivo. El uso de CBD para perros se ha estudiado en artrosis y recuperación muscular. Ajustar la dosis de CBD para perros al peso y al estado de salud del animal. Utilizar siempre aceites de calidad.
Gato Metabolismo más lento, mayor sensibilidad. Los datos sobre CBD para gatos son más escasos. Introducción muy progresiva y a dosis bajas de CBD para gatos. Vigilancia diaria aumentada (apetito, actividad).

¿Actúa el CBD como analgésico?

El CBD no es un analgésico en el sentido médico del término. No bloquea directamente el dolor, pero podría modular los mecanismos relacionados con su percepción y con la inflamación a través del sistema endocannabinoide. Por eso se estudia como apoyo natural al confort y a la movilidad en perros y gatos, siempre como complemento de un seguimiento veterinario.

¿Actúa el CBD de forma diferente sobre el dolor en el perro y en el gato?

Sí. El perro parece tolerar mejor el CBD y ser más receptivo. El gato tiene un metabolismo más lento, lo que exige dosis más bajas y una mayor vigilancia.

¿Se puede asociar CBD para mascotas con un tratamiento antiinflamatorio clásico?

Sí, pero únicamente bajo supervisión veterinaria. El profesional evaluará las posibles interacciones y ajustará las dosis de cada producto si es necesario.

¿Cuánto tiempo hace falta para observar un efecto del CBD sobre el confort del animal?

El efecto del CBD sobre el confort del animal puede variar. Algunos propietarios observan una mejoría en pocos días hasta dos semanas. Se recomienda un uso regular y una evaluación a largo plazo.

¿Existen contraindicaciones para el uso del CBD en caso de dolor o inflamación?

El CBD suele tolerarse bien. Las contraindicaciones se refieren sobre todo a animales con problemas hepáticos graves o que toman determinados medicamentos. La opinión de un veterinario es imprescindible.


En resumen, el CBD se posiciona como una opción natural y prometedora para mejorar el confort y la calidad de vida de perros y gatos que se enfrentan al dolor y a la inflamación crónicos.

No sustituye en ningún caso a los tratamientos veterinarios, pero ofrece un potencial de apoyo a la movilidad, sobre todo en el perro, dentro de un enfoque global, supervisado y prudente.


Contenido revisado el 02 de diciembre de 2025 por el doctor en medicina veterinaria Paul Pfister, cofundador de LovaPets


- Editora en jefe de LovaPets

Nacido en Niza en 1985 y apasionado por el bienestar animal desde niño, Yann creció rodeado de perros y gatos. Durante su estancia en Estados Unidos en la década de 2010, fue testigo del auge del CBD y su creciente uso en el ámbito del bienestar, incluyendo el bienestar animal. Al regresar a Francia, decidió aprovechar esta experiencia para ayudar a los dueños de mascotas, cofundando LovaPets con la misión de democratizar y explicar el uso del CBD en animales. Desde entonces, ha compartido artículos claros y accesibles sobre los beneficios, las precauciones y el uso responsable del CBD, informando y apoyando a los amantes de los animales.

 

La información y los productos presentados en este sitio web no están destinados a un uso médico. Consulta siempre a un veterinario si tienes alguna pregunta sobre la salud de tu animal.