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Perro sentado en un sofá blanco

Una buena gestión de las convulsiones ofrece una vida más tranquila a la mascota


 

La epilepsia es una afección neurológica seria, a menudo fuente de ansiedad para los cuidadores por sus manifestaciones tan espectaculares. Es una de las enfermedades neurológicas más frecuentes en el perro, aunque sigue siendo más rara en el gato.

Se exploran nuevas vías para mejorar su manejo. El cannabidiol o CBD, un compuesto derivado del cáñamo, aparece estos últimos años como un complemento terapéutico prometedor. Su potencial para modular la frecuencia y la intensidad de los episodios en mascotas epilépticas, sin sustituir a los medicamentos tradicionales, despierta un interés científico creciente. A continuación verás los últimos avances sobre el uso del CBD en perros y gatos y su posible papel en el acompañamiento de la epilepsia en mascotas.

 

La epilepsia es consecuencia de una alteración de la actividad eléctrica del cerebro que provoca descargas anormales, traducidas en convulsiones, a veces pérdida de conciencia y comportamientos inusuales. Se manifiesta mediante crisis recurrentes y se articula en torno a dos ejes que detallamos en la tabla siguiente: su origen (la causa) y su manifestación (lo que tú ves).

La epilepsia de origen genético no es la misma enfermedad que la causada por una intoxicación, aunque el resultado final sea el mismo.

En otras palabras, existen varias formas de trastornos epilépticos, pero pueden traducirse en dos tipos de convulsiones (parciales o generalizadas):

Origen Manifestación Implicación principal
Idiopática (Primaria) Puede manifestarse de forma generalizada (todo el cuerpo) o parcial (localizada). Importante componente genética. El diagnóstico se establece excluyendo otras causas.
Estructural (Secundaria) Crisis generalmente parciales al inicio, pero que pueden volverse rápidamente generalizadas. Causada por una lesión cerebral (tumor, infección, traumatismo).
Reactiva (Sintomática) Convulsiones a menudo generalizadas, desencadenadas por un trastorno en el organismo, no en el cerebro. Causada por un problema metabólico (hipoglucemia, intoxicación, insuficiencia hepática).
Tipos de crisis Generalizada: pérdida de conciencia, convulsiones, movimientos de las extremidades (como si pedaleara). Implica ambos hemisferios cerebrales.
Tipos de crisis Parcial (Focal): sacudidas limitadas, masticación, comportamientos extraños (sin pérdida completa de conciencia). Limitada a una sola región del cerebro.

Los signos pueden aparecer de forma discreta o a través de episodios de convulsiones generalizadas muy impresionantes.

  • Crisis generalizada: es el episodio “clásico”. El perro pierde totalmente la conciencia, se pone rígido y después encadena con movimientos de pedaleo de las patas y una salivación abundante. Suele durar solo unos minutos.
  • Crisis parcial (o focal): más sutil, no siempre provoca pérdida de conciencia. Se traduce en movimientos anormales y localizados, como una sola pata que tiembla, contracciones involuntarias y repetidas de los músculos de la cara o comportamientos extraños y estereotipados como quedarse mirando al vacío, masticar, babear o correr sin motivo.

En cualquier caso, si una crisis dura más de 5 minutos o si la mascota sufre varias seguidas sin recuperar la conciencia, se trata de una urgencia veterinaria absoluta.

Esto es lo que hay que hacer, o más bien, lo que no hay que hacer, durante una crisis:

  • Mantén la calma: no siente dolor y no es consciente de lo que pasa. Tu pánico solo aumentaría tu propio estrés y el suyo al salir de la crisis.
  • Asegura el entorno: retira todos los objetos con los que pueda golpearse y, si puedes, coloca un cojín bajo su cabeza.
  • Cronometra la crisis: es la información más importante que tendrás que dar al veterinario.
  • No toques su boca: es la regla de oro. Al contrario de la creencia popular, no va a tragarse la lengua. Si intentas abrirle la boca, te arriesgas a una mordedura grave, porque su mandíbula es incontrolable. También podrías hacerle daño.
  • No intentes sujetarle o inmovilizarle: es mejor dejar que convulsione libremente en el suelo. Intentar retenerle solo aumenta las contracciones musculares.

Después de la convulsión, el perro puede estar desorientado, ansioso o muy cansado. Si notas que está muy caliente, puedes aplicar un paño mojado con agua fresca (no helada) sobre sus patas y alrededor de la cabeza.

Déjale recuperarse poco a poco y contacta con tu veterinario para informarle.

Criterios de urgencia veterinaria

Se requiere una intervención veterinaria inmediata en caso de:

  • Crisis prolongada: dura más de 5 minutos.
  • Crisis en racimo: varios episodios distintos en 24 horas.
  • No recuperación: la mascota no vuelve a un estado de conciencia normal entre dos episodios.

Según los profesionales de la salud animal, la epilepsia idiopática canina afecta entre el 0,5 % y el 5 % de la población mundial, con una primera manifestación generalmente observada entre uno y cinco años.

Como hemos comentado, algunas razas están más expuestas que otras, sabiendo que la enfermedad puede limitarse a unos pocos episodios aislados o evolucionar más rápido, requiriendo un seguimiento veterinario estricto y continuo.

La siguiente lista recoge razas de perro para las que se ha establecido claramente una predisposición o se ha identificado un origen genético:

  • Pastor alemán
  • Labrador retriever
  • Golden retriever
  • Pastor belga (malinois, tervuren)
  • Pastor australiano
  • Beagle
  • Border collie
  • Bóxer
  • Cavalier king charles spaniel
  • Caniche (estándar)
  • Dálmata
  • Lagotto romagnolo (en particular la epilepsia juvenil, para la que se ha identificado una mutación)
  • Boyero de Berna
  • Gran boyero suizo
  • Lébrel irlandés (Irish wolfhound)
  • Teckel
  • Fox terrier de pelo duro
  • Husky siberiano
  • Boerboel
  • Braco húngaro (Vizsla)
  • Cocker inglés
  • Springer spaniel

Nota importante: esta lista no es exhaustiva, ya que los estudios e investigaciones genéticas siguen en curso, y la enfermedad puede afectar a cualquier perro, de raza o mestizo. Sin embargo, si tu perro pertenece a una de estas razas, es especialmente relevante informarte sobre los antecedentes de sus padres.

El manejo de la epilepsia se basa en los fármacos antiepilépticos. Sirven para calmar la actividad cerebral y, por extensión, reducir la frecuencia y la gravedad de las convulsiones.

Los tres pilares principales del protocolo son el fenobarbital, el bromuro potásico y el levetiracetam.

En general, una dosis bien ajustada consigue reducir la frecuencia de las convulsiones en aproximadamente un 50 %.

Sin embargo, un 30 % de los perros se consideran refractarios a los tratamientos de primera línea. O bien siguen sufriendo episodios importantes, o bien padecen efectos secundarios importantes como letargo o problemas hepáticos.

Por eso, la búsqueda de terapias complementarias se ha convertido en una vía esencial para mejorar su calidad de vida. Estos enfoques buscan ofrecer un mejor control de la enfermedad, a menudo como complemento de los medicamentos clásicos, y abren la puerta a nuevas estrategias, sean nutricionales, conductuales o basadas en moléculas alternativas.

El interés creciente por las terapias alternativas ha puesto el CBD en primer plano. Actualmente es objeto de estudios rigurosos en medicina veterinaria como posible agente coadyuvante por sus propiedades anticonvulsivantes, y se perfila como una vía prometedora para la gestión de casos de epilepsia refractaria.

 

Molécula Nombre completo Estatus psicoactivo Efectos y posibles aplicaciones
(según la investigación)
THC Tetrahidrocannabinol Psicoactivo Responsable del efecto euforizante (“colocón”). Potencial analgésico, antiemético y estimulante del apetito.
CBD Cannabidiol No psicoactivo Propiedades ansiolíticas, antiinflamatorias y anticonvulsivantes. Puede atenuar algunos efectos secundarios del THC.
CBG Cannabigerol No psicoactivo “Molécula madre”: base a partir de la cual la planta sintetiza THC, CBD y CBC. Potencial antiinflamatorio y neuroprotector.
CBN Cannabinol Débilmente psicoactivo Resultado de la degradación del THC por calor y oxidación. Se asocia a menudo a propiedades sedantes y de estimulación del apetito.
CBC Cannabicromeno No psicoactivo Potencial antiinflamatorio, antibacteriano y antifúngico. Estudios preliminares sugieren un efecto antidepresivo.
CBT Cannabitriol Desconocido / Bajo Cannabinoide raro. La investigación específica sobre sus efectos es muy limitada.
CBE Cannabielsoína Desconocido / Bajo Cannabinoide menor. Los datos sobre sus efectos son extremadamente limitados.
CBL Cannabiciclol No psicoactivo Producto de degradación del CBC. Cannabinoide menor cuyas propiedades todavía se conocen poco.
CBND Cannabinoidol Desconocido / Bajo Cannabinoide minoritario/raro. Los datos disponibles son muy limitados.

 

La diversidad de compuestos de la planta de cannabis es un tema cada vez más estudiado. La planta produce más de un centenar de moléculas llamadas cannabinoides:

Fórmulas estructurales de los principales cannabinoides naturales

Estas sustancias tienen cada una una estructura química y mecanismos de acción propios, e interactúan de maneras diferentes con el sistema endocannabinoide del organismo.

Esta riqueza de compuestos está en el origen del concepto de efecto séquito, una hipótesis según la cual la acción combinada de todos los cannabinoides, terpenos y flavonoides de la planta produciría efectos más potentes y variados que los de un solo compuesto aislado.

El CBD, en particular, es objeto de investigaciones en neurología por su potencial modulador de la actividad cerebral. Se estudia como complemento terapéutico en casos en los que los medicamentos tradicionales no son suficientes.

El cannabidiol interactúa con el sistema endocannabinoide, una red compleja de receptores y moléculas de señalización presente en todos los vertebrados. Este sistema actúa como un termostato interno que mantiene el equilibrio del organismo, incluida la actividad de las neuronas.

Este sistema sería el que el CBD estimularía para ejercer su acción anticonvulsivante en perros. Es decir, actuaría directamente sobre receptores que gestionan la actividad neuronal y ayudaría a calmar las señales nerviosas demasiado intensas, estabilizando el cerebro y reduciendo las convulsiones.

Sus efectos ansiolíticos y antiinflamatorios también podrían contribuir a mejorar el bienestar general.

Los primeros resultados clínicos del CBD en mascotas, en particular en perros, son muy alentadores y apuntan a un papel interesante como complemento terapéutico.

Los estudios se centran principalmente en dos áreas: la gestión del dolor crónico (en especial la artrosis), donde la molécula parece mejorar notablemente la movilidad y el confort de vida, y el abordaje de la epilepsia idiopática, donde ayudaría a reducir la frecuencia de las crisis en muchos perros refractarios a los fármacos convencionales.

Aunque el cannabidiol se tolera por lo general bien, su acción varía en función de la mascota y de la dosis, lo que subraya la necesidad de una supervisión veterinaria para garantizar su eficacia y evitar cualquier interacción medicamentosa o efectos secundarios.

Así pues, la molécula no se ve como un remedio milagroso, sino como un coadyuvante terapéutico. No hace desaparecer las crisis, pero puede reducir su número y su intensidad en un subgrupo de mascotas, a menudo en aquellos casos en los que la enfermedad es difícil de controlar.

Ensayos clínicos recientes apoyan el interés del CBD como terapia complementaria:

 

El uso de productos con CBD en gatos requiere una prudencia extrema y un acompañamiento veterinario muy riguroso.

El metabolismo hepático del gato es diferente, especialmente por su mayor sensibilidad a ciertos compuestos como los fenoles, de modo que los científicos no extrapolan automáticamente al gato los datos de eficacia e inocuidad obtenidos en el perro. Sin embargo, la investigación clínica sobre epilepsia felina y CBD sigue siendo hoy muy limitada.

Aun así, algunas observaciones de campo comunicadas por veterinarios o cuidadores mencionan a veces una mejora del confort.

 

Integrar el cannabidiol en el protocolo de cuidados debe ser una decisión informada y consensuada, siempre planteada como una >aproximación adyuvante a los tratamientos clásicos.

Perro tumbado en la mesa de un veterinario

El veterinario verifica la compatibilidad del CBD con los tratamientos en curso y establece una dosificación individualizada.

Tanto si se trata de un perro como de un gato, el diálogo con el veterinario es imprescindible, sobre todo si ya hay un tratamiento antiepiléptico clásico en marcha.

Comenta siempre con tu veterinario cualquier complemento alimenticio que quieras añadir para garantizar tanto la eficacia del tratamiento principal como la seguridad de tu compañero.

En general, los veterinarios contemplan el CBD como una opción complementaria en casos específicos, sobre todo cuando:

  1. Los tratamientos clásicos no controlan lo suficiente las convulsiones.
  2. Se busca mejorar la calidad de vida cuando los tratamientos provocan efectos secundarios considerados demasiado penalizantes.

El veterinario evalúa entonces la viabilidad, las posibles interacciones con los antiepilépticos en curso y establece un protocolo de dosificación individualizado.

 

La calidad y la seguridad del producto son criterios no negociables en medicina veterinaria:

  • Formulación específica: elige un aceite de CBD formulado para mascotas. Algunos fabricantes ofrecen productos con CBD para perros y aceites de CBD para gatos, adaptados a cada especie y a su metabolismo particular.
  • Ausencia de THC: el THC (tetrahidrocannabinol) es el componente psicoactivo del cannabis responsable del “colocón”. Es neurotóxico para perros y gatos y no debe estar presente en el producto.
  • Transparencia: pide siempre un certificado de análisis reciente emitido por un laboratorio independiente. Este documento indica la concentración real de cannabidiol y garantiza la ausencia de contaminantes como metales pesados o pesticidas.
  • Tipo de producto: elige un producto que permita dosificar de forma precisa y adaptada al peso. En general, los aceites de CBD son fáciles de usar gracias a la pipeta dosificadora y se pueden administrar directamente en la boca.

 

La dosificación del CBD debe ser individualizada, progresiva y adaptada.

El protocolo de seguimiento recoge todas las etapas y controles necesarios para administrar el producto con seguridad y evaluar su eficacia.

Es una hoja de ruta para encontrar la dosis adecuada, verificar que las crisis disminuyen y asegurar que el confort y el estado de salud general de la mascota se mantienen óptimos, en particular mediante la vigilancia de la función hepática.


Las observaciones clínicas y los testimonios de cuidadores, aunque no estén estandarizados científicamente, señalan posibles beneficios para el bienestar de la mascota:

Más allá de los estudios, hay muchos testimonios de personas con perros o gatos epilépticos. Muchos cuentan una mejor tolerancia a las convulsiones, una bajada de su intensidad e incluso una reducción de su frecuencia.

Algunos también mencionan una mejora del comportamiento general, con mascotas más tranquilas y menos estresadas.

En el gato, aunque los datos científicos sigan siendo limitados, algunos testimonios relatan cambios positivos similares. Se describe una disminución de la intensidad y/o la duración de los episodios, junto con una reducción del estrés y la ansiedad.

Estos testimonios, aunque son valiosos para valorar la calidad de vida, no sustituyen a los datos procedentes de estudios clínicos y deben interpretarse con prudencia.

 

La epilepsia es una enfermedad neurológica crónica en el perro y el gato, caracterizada por crisis recurrentes, que exige un compromiso constante de la persona cuidadora para su manejo diario.

El CBD es una opción complementaria interesante, sobre todo para perros cuyo tratamiento clásico resulta insuficiente, ya que los estudios clínicos han mostrado que puede contribuir a reducir la frecuencia y la gravedad de las convulsiones y mejorar el bienestar general.

No es un remedio, sino una herramienta potencial para mejorar el confort y la calidad de vida de la mascota. La prioridad absoluta tiene que ser siempre la seguridad de tu compañero, así que cualquier uso debe comentarse, enmarcarse y supervisarse de forma continua con tu veterinario.

 

Preguntas frecuentes sobre epilepsia, convulsiones y CBD para perros y gatos:


¿Cómo podría el CBD reducir las crisis de epilepsia?

La molécula se estudia como complemento terapéutico porque interactúa con el sistema endocannabinoide y ayuda a estabilizar la actividad excesiva de las neuronas, reduciendo así la frecuencia y la intensidad de las convulsiones.

Sus propiedades antiinflamatorias y ansiolíticas también contribuyen a mejorar el confort y el bienestar general de la mascota epiléptica.

¿Se puede utilizar CBD junto con un tratamiento veterinario clásico?

Principalmente se estudia y se recomienda en este contexto, como coadyuvante de los antiepilépticos tradicionales. Nunca como sustituto y siempre con seguimiento veterinario.

¿Puede el CBD ayudar a reducir la frecuencia de las crisis de epilepsia en el perro?

Algunos estudios clínicos sugieren que el cannabidiol puede reducir la frecuencia de las convulsiones en determinados perros.

¿Se puede utilizar CBD para la epilepsia en gatos?

Los datos científicos disponibles sobre la epilepsia en gatos siguen siendo muy limitados. El metabolismo particular del gato exige extremar las precauciones y un seguimiento veterinario estricto antes de cualquier uso.

¿Qué dosis de CBD para un perro epiléptico?

La dosis de CBD para un perro epiléptico debe discutirse y ser supervisada por tu veterinario. Es quien podrá adaptar la pauta según el caso.

 

Contenido validado por el doctor veterinario Paul Pfister, cofundador de LovaPets


- Editora en jefe de LovaPets

Nacido en Niza en 1985 y apasionado por el bienestar animal desde niño, Yann creció rodeado de perros y gatos. Durante su estancia en Estados Unidos en la década de 2010, fue testigo del auge del CBD y su creciente uso en el ámbito del bienestar, incluyendo el bienestar animal. Al regresar a Francia, decidió aprovechar esta experiencia para ayudar a los dueños de mascotas, cofundando LovaPets con la misión de democratizar y explicar el uso del CBD en animales. Desde entonces, ha compartido artículos claros y accesibles sobre los beneficios, las precauciones y el uso responsable del CBD, informando y apoyando a los amantes de los animales.

 

La información y los productos presentados en este sitio web no están destinados a un uso médico. Consulta siempre a un veterinario si tienes alguna pregunta sobre la salud de tu animal.